sábado, 19 de septiembre de 2009

CRISIS INSTITUCIONAP DE LA PNP

CRISIS INSTITUCIONAL DE LA POLICIA NACIONAL DEL PERU

Por : Gral PNP Mario Cabanillas Chávarry

En principio todo estudio y análisis policial que comprende la vida republicana, jamás dejará de referirse a la Benemérita Guardia Civil del Perú, Institución que por casi un siglo fue y sigue siendo la columna vertebral de la policía peruana puesta al servicio de la sociedad; con la evolución política y social se derivó de ésta la Policía de Investigaciones con una función específica y luego se incorporó a la Guardia Republicana con otra especialidad, conformando en su conjunto la organización de policía de nuestra patria, que al buscar su unidad dio paso a la creación de la Policía Nacional del Perú, cuya institucionalización debemos consolidar desterrando por siempre la malsana política de “destruir para construir”

Recordemos brevemente algunos hechos políticos y sociales acaecidos al final del siglo pasado, que han incidido hondamente en el ámbito policial, entre estos el cruento golpe de Estado del Gral EP Juan Velasco Alvarado en 1,968, imponiendo una política dictatorial y antidemocrática que afectó a las principales instituciones del Estado, entre estas a la Benemérita Guardia Civil del Perú, a la que por Decreto Ley 18069-69 se le restó algunas de sus funciones, paralelamente de un plumazo por Decreto Ley 18070 se convirtió a la Guardia Republicana en otra Fuerza Policial, incrementando sus efectivos en menos de una década de 10,000 a cerca de 30,000; acto seguido por Decreto Ley 18071 se concedió a la Policía de Investigaciones la exclusividad de la investigación policial; claro está que en los lugares mas alejados del territorio nacional la Guardia Civil continuó cumpliendo todas las funciones policiales; política divisionista que pronto se tradujo en continuos enfrentamientos institucionales con el consecuente caos y desprestigio nacional; crisis que alcanzó su punto de quiebre con la huelga policial del 05 de Feb.1,975 llevada a cabo por un puñado de guardia civiles, marcando el inicio para la caída de la dictadura de Velasco

Al iniciarse la vuelta a la constitucionalidad en 1975 con el gobierno del Gral EP Francisco Morales Bermudes, se eligió una Asamblea Constituyente presidida por el veterano lider aprista Victor Raúl Haya de la Torre, cuya labor culminó con la promulgación de la Constitución Política de 1,979 como nueva base para el ordenamiento jurídico del país, la misma que como si fuese el inicio de la República en uno de sus preámbulos dice : “ Decididos a fundar un Estado Democrático “; ratificando en su contenido el régimen político presidencialista cuyo aglutinación de poder prescribe el art. 273 “ El Presidente de la República es el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas Policiales “, para las que a su ves se instaura un capítulo especial denominado “ De la Defensa Nacional y el Orden In terno “, precisando con claridad sus respectivas finalidades fundamentales en los artículos 275 y 277 respectivamente y por otro lado en un exagerado espíritu de defensa de los derechos humanos en el art.2do, numeral 20, literal g dice : “Nadie puede ser detenido sino por mandato escrito y motivado por el Juez o por las autoridades policiales en flagrante delito “, norma que prácticamente dejó a su libre albedrío a todos infractor de la ley y que hoy son consecuencia del escandaloso incremento de la delincuencia e inseguridad ciudadana que día a día sufrimos los peruanos

En concordancia con este antecedente constitucional durante el gobierno del Presidente Alan García se promulgó el Decreto Legislativo Nro.371-Ley de Bases de las FFPP del 04 de Feb 1986, en la que inconvenientemente en el art. 5to. se califica a la policía como de “ carácter no militar “ y en el art.42 se establece un procedimiento de invitación anual para todo al personal policial sin límite de grado ni de tiempo de servicios, inestabilidad laboral que viene generando constantes abusos del poder político contra el personal policial, acto ilegal que persiste hasta la actualidad

El paso concreto para la unificación de la policía peruana se dio con la promulgación de la Ley 24949 el 06 de Diciembre de 1,988 que creó la Policía Nacional del Perú, la que fuera recogida en el art.166 de la Constitución Política de 1993, no obstante por probable presión del poder militar se trató de manipular su finalidad fundamental, variando el capítulo “ De la Seguridad y el Orden Interno “ que contenía la Constitución de 1979 por el “ De la Seguridad y la Defensa Nacional “, tratando de restarle categoría al Orden Interno al suscribirlo debajo del sombrero castrense, aunque su finalidad fundamental contenida en el art.166 siga siendo la misma; es el caso que con la actual reforma constitucional otra ves surge la inquietud por esta tema, aunque la política de gobierno ya se adelantó impulsando como nuevo objetivo la Seguridad Ciudadana en desmedro del Orden Interno

Durante el gobierno de la dictadura civil-militar del Presidente Alberto Fujimori, poco o casi nada se hizo para lograr la consolidación de la flamante Policía Nacional del Perú y de su finalidad fundamental el Oren Interno, mas bien se aprovechó de su labor para utilizarla como instrumento del poder político contra la oposición y de la noche a la mañana policías preparados para defender la vida, el honor, dignidad y propiedad de las personas, se convirtieron en militares, al ser enviados como carneros al matadero a la guerra contra el terrorismo, enfrentándose a una lucha cruel donde se tenía que “ matar o morir “, es así que el poder político desvirtuó su verdadera naturaleza y esencia humanista, acentuada por la acción terrorista que también puso su cuota a esta crisis, no solamente enlutando a la familia policial, sino obligando el repliegue de su servicio en los pueblos alejados y al acuertelamiento en las principales ciudades, con las nefastas consecuencias que hoy sufrimos los peruanos

Al caer la dictadura del 90, vino un paréntesis de aparente calma con el gobierno transitorio del Presidente Valentín Paniagua, para dar paso a la asunción del poder político del Presidente Alejandro Toledo Manrique, quién al igual que muchos de sus antecesores como uno de sus primeros actos políticos decretó la “ Reorganización Policial “, las decisiones políticas que al respecto se vienen dando no están lejos de las fracasadas reorganizaciones policiales anteriores, situación por la cual los policías de ayer y de hoy tenemos la gran responsabilidad de resguardar el legado histórico de valor y gloria que nos dejaron nuestros héroes y mártires e impulsar la consolidación institucional de la nueva policía del Perú

Como una síntesis de este análisis crítico, señalaré brevemente el conjunto de factores políticos, sociales, jurídicos, económicos y psicológicos que siempre han mantenido durante la República una policía en crisis y que se repiten con la Policía Nacional creada en 1,988, tales como :

El poder político gobernante siempre sometió a la policía a constantes reformas policiales sin mayores resultados, situación que no ha cambiado en la actualidad, se mantiene su inestabilidad institucional y se ha generado un total desconcierto en los policías peruanos, porque de la noche a la mañana han sido sorprendidos con el cambio de su Ley Orgánica por una Ley simple, sabe Dios con qué propósitos

Por su parte, el poder militar siempre miró a la policía como un medio de ocupación de su personal, inmiscuyéndose en algunas de sus funciones, como el control social interno, tráfico ilícito de drogas, contrabando, seguridad pública, etc, así como copando el Ministerio del Interior para servirse de la policía y manejar su presupuesto; política que en la coyuntura actual no ha sido superada y mas bien se orienta a subordinar o absolver el Orden Interno, incorporándolo a su propia finalidad la Defensa y Seguridad Nacional

El Congreso de la República es génesis del poder de policía, cuyas leyes llevan implícito dicho poder manifestado como “ fuerza de la ley “, sin embargo el manejo político de la Institución Policial se les escapó de las manos cuando en la Constitución de 1993 se consignó que no intervenga en los ascensos de los Generales, quedando esta prerrogativa solo para el Poder Ejecutivo; no obstante el Congreso constituye para los policías peruanos la esperanza mas viable para consolidar su finalidad y recomponer sus ineludibles funciones básicas; solamente así la teoría y la práctica estarán en concordancia con la doctrina de policía que dice : “ La función de policía es única e indivisible “, por ello creemos que la crisis policial y la consecuente inseguridad ciudadana, antes que un problema policial, constituye un problema de decisión política

Los Municipios siempre han sido parte de esta pugna, durante el terrorismo cumplieron un rol importante supliendo a la policía en la labor de seguridad ciudadanía, pero ahora ya quieren volver a tiempos coloniales asumiendo su titularidad; situación en la que el gobierno simplemente se ha lavado las manos complicando mas la función policial, al inmiscuir en este campo no solo a las autoridades municipales sino también a las políticas, sectoriales y ciudadanía con la copiada policía comunitaria, haciendo de ella un simple champú burocrático

Por otro lado el Ministerio Público surgió como novedad en la Constitución de 1979, encargándose de supervisar la investigación desde la etapa policial, pero ahora pretende suplir a la policía y convertirse en titular de la investigación policial y como si fuera poco también de la prevención; cuidado si seguimos así a lo mejor surge otra policía y volveremos al principio; es así que los señores abogados que lo conforman de doctores en derecho se han convertido en expertos investigadores, claro a costa del trabajo de la policía; los Fiscales para la TV y el show periodístico, que bonito verdad, así cualquiera “ el vivo vive del sonso y el sonso de su trabajo “

La corrupción en el poder y las altas esferas sociales, en especial los llamados delincuentes de cuello y corbata, no solo eluden la acción policial, sino que hacen uso de sus relaciones de poder para burlar la justicia y en la mayoría de la población la “ coima y el chantaje “ es costumbre criolla cotidiana, pero para el vulgo y los medios de comunicación la corrupta es siempre la policía, olvidando que hace tiempo se escribió “ La persona nace sana, la sociedad es la que la corrompe “, eso mismo pasa con los policías

El demencial terrorismo y la delincuencia común organizada también han puesto su cuota a la crisis policial, obligando al repliegue y acuartelamiento de sus efectivos, conduciéndola a una lucha cruel y de continuos enfrentamientos, situación que indudablemente ha generado desconfianza en la policía e inseguridad ciudadana, permitiendo en los denominados “ Estados de Emergencia “ la intervención de las Fuerzas Armadas, con el consecuente costo social que todos conocemos

Por otro lado, los medios de comunicación, en su afán de lucro y competencia, resaltan en sus titulares violencia, drogas, sexo, alcohol, hambre, destrucción, barbarie y muerte; el culto de los anti-valores ha suplido a los valores, cuando es coimeado un policía en los primeros titulares y cuando un policía pierde la vida en defensa de la sociedad “ tombo muere abaleado “, así solo seguimos generando mas crisis hasta que el vaso rebalse y se produzca una explosión social que no deseamos y menos quisiéramos repetir aquella frase histórica que dice : “ llorar como mujer lo que no supiste defender como hombre “

Ante la incertidumbre, el asombro, la depresión moral y profesional de los policías, están surgiendo advenedizos llamados expertos, consultores y nuevos maestros de la seguridad ciudadana, como ejemplo señalaremos el Instituto de Defensa Legal conformado por políticos de izquierda que desde el sector interior pretendieron reformar la policía a su antojo y de los que aún no nos hemos librado, las constantes conferencias, seminarios, congresos que se realizan a espaldas de la policía, son clara muestra que la crisis institucional de la policía peruana, hasta la Universidad Agraria de la Molina, se olvida de los agrónomos y viene anunciando un curso de Diplomado en Seguridad Ciudadana

El gobierno actual ha planteado un “ Modelo Policial “ al margen de su finalidad fundamental y al igual que los anteriores busca su propia policía como dice “ de carácter civil “, por lo que creemos que con esta política de inestabilidad laboral e institucional, descabezamiento anual de sus comandos, absorción de sus funciones, depresión moral de sus integrantes, pobreza económica, desconocimiento de su naturaleza, supresión de su Revista, falta de autoridad, personería jurídica, presupuesto, medios logísticos, etc, no llegaremos a ninguna parte y la policía seguirá en crisis esperando que el próximo gobierno vuelva a reorganizarla, hasta cuando señores políticos ?

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